sábado, 5 de febrero de 2011

BY MY FRIEND, MILY




Aún con los tristes tiempos que corren, en cuanto a consumo de moda se refiere, los diseñadores parecen seguir luchando. Muchos han tenido que cerrar sus tiendas.Pero el futuro es de los valientes, y pese a las dificultades económicas, siguen adelante con el espectáculo en Cibeles Madrid Fashion Week. Se nos ocurren canciones que podían incorporar a sus desfiles como «I will Survive» o «The Show Must go On».

Una de las soluciones para no morir en el intento es producir con tejidos más baratos, para que el coste de las prendas sea menor. Pero los creadores que desfilaron durante el cuarto día de la pasarela madrileña lo tienen claro: no van a abaratar costes para hacer frente a la crisis, porque sus colecciones sufrirían por ello. Nos parece algo admirable.

Además, los creadores se

deben a su clientela. Miguel Palacio tiene unas clientas fieles que no entenderían el uso de tejidos más baratos, aunque se refleje en el precio final.

La mujer Palacio es una mujer que quiere lujo y sobre todo calidad. Él mismo nos dice: «Yo no intento hacer cosas caras, pero lo materiales que me atraen son materiales de calidad. No sé hacer cosas para que tengan un coste pequeño. Trabajo pensando en cosas que me parecen atractivas».

Todo hay que decirlo: existen colecciones como éstas, que son para ver en un taller, además de en pasarela, porque es de cerca cuando se aprecian los pequeños detalles. Miguel nos cuenta que le apetecía usar lentejuelas, pero tenía cierto reparo en ello: «A mí, la paillette es una cosa que siempre me ha gustado, pero tiene ese punto disco-sexy-agresivo que puede resultar

vulgar si te descuidas, y me hizo gracia bordar las lentejuelas sobre un estampado de flores muy ñoño para añadirle un elemento ingenuo». Y esto, por supuesto, desde la primera fila, resulta imposible de distinguir.


-MILAGROS LAGACHE-

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